18 de abril de 2012

La reforma educativa española

La nueva reforma educativa promovida por el Gobierno de España es, en toda regla, un principio para el desmantelamiento del sistema educativo gratuito y de libre acceso para todos del que disfrutábamos hasta ahora, aún con todos sus fallos. Un recorte de 623,3 millones de euros (21,9%) en general, que en los distintos niveles de la educación varía -un 62,5% es para las universidades, Educación Infantil un 36,5% y Educación Secundaria/Formación Profesional, incluyendo las escuelas de idiomas, un 28,9%-, supone además del obvio recorte de personal una reducción como nunca antes se había visto de la calidad de la enseñanza en el Estado.

El aumento de la jornada laboral en 2 horas para los profesores, el ejemplo de Madrid dónde se ha destinado más dinero a centros privados que públicos y los planes a nivel europeo (Bolonia, EU2015…) nos muestran que el camino es hacia una educación privatizada y elitista, donde la gran mayoría de estudiantes de origen humilde y trabajador perderán cualquier oportunidad de obtener unos estudios superiores, haciendo más precaria si cabe su situación y la de sus familiares, pues la pinza que supone por otra parte la Reforma Laboral y los cada vez más precarios trabajos para jóvenes, prácticas, Empresas de Trabajo Temporal (ETT)… hará casi imposible unos ingresos mínimos para la supervivencia.

Ya en Valencia, Madrid, Palencia, Sevilla y otras tantas muchas ciudades del estado los estudiantes se han organizado y movilizado contra esta declaración de guerra a los estudiantes de origen trabajador, siendo brutalmente reprimidos en la ciudad de Valencia alumnos del IES Lluis Vives, chavales de 14, 15 y 16 años que sufrieron cargas policiales, atropellos con furgonetas y vejaciones por parte de las fuerzas policiales que terminaron con varios heridos, algunos graves incluso con brechas craneales.

Queda demostrado que a lo largo de la historia (Mayo del 68 en París, Noviembre del 73 en Atenas y los potentes movimientos estudiantiles chileno y colombiano) demuestran que la única forma de oponerse a este ataque directo contra nuestro futuro es organizarse, salir a la calle y difundir. Mientras subsista un sistema basado en el lucro privado, en donde la propiedad privada en manos de unos pocos marca el rumbo de las cosas, no habrá ningún momento de tranquilidad para nosotros, los jóvenes que, como nuestros padres, no tenemos nada más que nuestras manos y nuestro trabajo. 

A.C.M